Aunque no lo parezca, y aunque no os lo creáis, es posible que dejemos de prestar toda nuestra atención y de focalizar toda nuestra energía en las muchas o pocas extrasístoles que sentimos.
Y, cuando esto ocurre, ¿qué hacemos entonces con toda esa poderosa fuerza que de pronto se libera y con la que no contábamos?
¿Por qué no destinarla a lo que sea que nos apasiona y nos mueve? ¿Sabemos lo que es, o se nos ha olvidado o perdido entre tanta extrasístole?
Y, ¿por qué conformarnos con la mediocridad?
Como dijo Theodore Roosevelt, con la mirada siempre puesta en las estrellas y los pies en la tierra.
En breve formamos nuevo grupo. Reserva una mini sesión de coaching de prueba y te cuento cómo puedo ayudarte con tus extrasístoles.
