Muchos de nosotros utilizamos con frecuencia el verbo #esperar, queriendo decir que albergamos #esperanza con respecto a algo concreto.
Quizás nos reconozcamos en las siguientes expresiones:
– Espero que la #pandemia de #covid19 termine pronto
– Espero que el año próximo pueda incrementar mis #ingresos de alguna manera
– Ojalá tuviera menos #preocupaciones y dejara de #sentir tanta #ansiedad e #incertidumbre
– Espero que mis hijos aprendan a ser #responsables y tengan una buena #educación emocional
– Espero que en un futuro mi #pareja y yo nos entendamos mejor, cuando pase toda esta #crisis, que saca lo peor de nosotros mismos
– Ojalá pudiera encontrar al #compañero sentimental que merezco
– Espero que todo vuelva la #antiguanormalidad, para poder #adelgazar, #comersano y hacer #ejecicio, porque me encantaría mejorar mi #salud
Cuando formulamos nuestros #deseos de esta manera, podemos percibir cierto poso de #pasividad en la expresión.
Parece que estamos predispuestos a sentarnos a esperar a que lo que deseamos ocurra como por arte de magia, sin mediar #acción por nuestra parte.
Y, es posible que nos toque la lotería, sí. Pero es poco probable. Seguramente obtendremos mejores #resultados si trabajamos por lo que queremos, si perseguimos nuestros #sueños, y no dejamos de intentarlo.
¿Preferiríais que os tocara 1 millón de euros en la lotería, o que ese #millón de euros fuera el #fruto de vuestro #trabajo?
Yo preferiría evitar el #azar, porque seguramente no se volviera a repetir. Si aprendemos a generar #riqueza con nuestro trabajo, además de haber realizado un #servicio, podríamos repetirlo siempre que quisiéramos.
¿Tienes ya el VIDEO que he preparado en el que explico cómo PONER todo esto en PRÁCTICA? Accede a mi perfil para conseguirlo.
¡Feliz fin de semana a todos!
