UNA ANALOGÍA PARA LA PREOCUPACIÓN

La preocupación podría asemejarse a una póliza de seguros que cubriera las incertidumbres de la vida. Un seguro no puede evitar que ocurran las cosas, pero reduce el perjuicio económico si suceden. En algunos casos, es razonable contratar un seguro, pero si el coste es demasiado elevado, tal vez no merezca la pena. ¿Estaríamos interesadosSigue leyendo «UNA ANALOGÍA PARA LA PREOCUPACIÓN»