Mujer de mediana edad, con niños pequeños. Su día a día es un no parar: trabajo, casa, niños. Sin saber ni cómo ha ocurrido, ha dejado de hacer las cosas que le gustaban, no tiene tiempo para hobbies porque en casa siempre hay algo que hacer, algo que comprar, alguna cosa que preparar para el cole de los niños. Ni siquiera tiene tiempo para ver a sus amigas, ni para una llamada telefónica. De pronto tiene miedo de todo. Sufre cuando los niños enferman, aunque sea una simple fiebre. Todo puede terminar en una neumonía o en una septicemia. Ante cualquier sensación, piensa que ella misma puede tener alguna enfermedad y que sus hijos se quedarán huérfanos. Busca en Google todo lo que le preocupa referente a su salud y a la de sus hijos. Se descubre con mucha ansiedad, a veces incluso antes de abrir los ojos en la cama. Las extrasístoles muchas veces aparecen en este momento vital. O cualquier otra somatización: dolores de cabeza, taquicardias, tesión muscular, colon irritable. Teme que en cualquier momento algo se vaya a torcer y la vida vaya a traer una desgracia. Por que se dice a sí misma que las cosas no pueden ir siempre bien, y que hay algo terrible esperando a la vuelta de la esquina. Está desconectada de todo y de todos, y principalmente, de ella misma. Empieza a tener sueños repetitivos o extraños.
Y se pregunta, ¿pero quién soy yo? ¿Qué queda de lo que yo era? ¿Esto es todo? ¿Esto es la vida? ¿Es ésta la famosa crisis de los 40, que se me ha adelantado o retrasado?
Ha llegado el momento del cambio. Sí. Esa ansiedad, esas extrasístoles, ese miedo, esas fobias, esos sueños, esas emociones, están aquí para avisarte de que necesitas volver a encontrarte. Volver a prestarte atención, para que te cuides y empieces a proporcionarte aquello que necesitas.
Deja que tus emociones te guíen, mostrándote el camino correcto. Vuelve a tus orígenes. Busca lo que te haga sentir bien. Pasa tiempo haciendo esas cosas que traen paz a tu corazón y alimentan tu alma. Recupera las risas, acércate a lo que te da luz y a lo que te hace vibrar. Eres lo primero. La casa, los niños, el cole, la compra, todo puede esperar. Tú no. La vida no espera.
¿Quieres dejar de sufrir por tus extrasístoles? Reserva una sesión conmigo y te explico cómo puedo ayudarte. Link en perfil. Para apuntarte a la próxima edición del programa de coaching, escribe a pensandoconintencion@gmail.com
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