Si prestamos atención a lo que pensamos, y en consecuencia, sentimos, pronto nos daremos cuenta de que en función de lo que sentimos, actuamos. Empezamos a reconocer comportamientos que utilizamos como válvulas de escape, y que a veces (no siempre), tienen consecuencias globales negativas para nuestras vidas. Por citar algunos ejemplos: comer en exceso oSigue leyendo «¿CUÁL ES TU VÁLVULA DE ESCAPE?»