No hay nada que tengas que pensar, a menos que elijas hacerlo. No dejes que tu cerebro te diga lo contrario.
La solución no es luchar contra el villano. La solución es reconocer que no hay ningún villano, ni tampoco ninguna víctima, salvo en tu cabeza.
Crees que estás desquiciado, porque las extrasístoles te provocan este estado. Pero quiero que veas, que si estás desquiciado, es sólo porque tú lo causas.
¿Sería más fácil cambiar lo que piensas, si las extrasístoles desaparecieran? Sí, claro que sí. Pero no existe ese remedio mágico que las haga evaporarse, y si lo hubiera, tampoco tendrías la oportunidad de desarrollar tu capacidad para generar confianza.
Tu vida no necesita cambiar. Simplemente tienes que pensar de forma distinta con respecto a ella.
Tú no eres el efecto de lo que te rodea; tú eres la causa de lo que te rodea.
Estás en el lugar correcto, tienes las herramientas que necesitas, puedes con esto. Pronto dirás: este asunto solía llevarme de cráneo, pero ahora estoy bien.
Crear algo nuevo requiere de un nuevo pensamiento y que se active de forma automática, para que surja sin esfuerzo.
Y no necesitas distraerte con válvulas de escape ni procesos dopaminérgicos para tener una vida increíblemente gratificante.
No huyas ni te escondas bajo las sábanas, como hacen muchas personas.
Lo peor que te puede pasar, es una emoción.
Reserva una mini sesión de coaching de prueba conmigo y te explico cómo puedo ayudarte con tus extrasístoles.
