Si albergas un sueño en tu corazón, es tu responsabilidad cumplirlo.
Quizás las extrasístoles aparecieron precisamente para indicarte que algo no iba del todo bien. Que había alguna parte de tu vida que necesitaba una revisión. Y tan vez fue la manera que tuvo tu cuerpo, de llamar tu atención, ya que no sabía qué otra cosa podía hacer para que tú pararas dentro de tu ritmo frenético del día a día, y levantaras los ojos para mirarlo directamente.
O puede que esté ocurriendo lo contrario. Que tengas claro lo que quieres hacer, tu hoja de ruta, el mapa hacia tu sino, pero estés sufriendo el efecto paralizante del miedo que te provocan las extrasístoles, cada vez que las sientes. Y no te atrevas a dar un paso. Y ahí están tus sueños, al final de un camino que no te atreves a recorrer, porque quieres quedarte quieto, sin moverte, porque así crees que puedes mantener a las extrasístoles alejadas de ti.
Plántales cara. Coge de nuevo las riendas de tu vida. No te rindas, y haz honor a tus más profundos deseos.
Y haz que el éxito sea inevitable.
Si necesitas ayuda con tus extrasístoles, reserva una mini sesión de coaching de prueba conmigo y te cuento. Únete a mi programa de grupo de 6 semanas y empieza a caminar hacia tu destino.
