Si queremos algo, hacemos todo lo posible para conseguirlo, y aún así no lo obtenemos, es que se supone que ese algo, no es para nosotros. Y nos cuesta aceptarlo, claro que sí.
Pero eso no implica que que haya nada más, que se haga el silencio en nuestra vida y que no tengamos opciones.
Si nos pasamos todo nuestro tiempo frustrados porque aquello que queríamos, no ocurrió, nos estamos perdiendo el sentido de la vida, que es la perfección en lo que sí tenemos.
Si hacemos las paces con aquello que nunca llegó a ocurrir, vamos a ser capaces de disfrutar del viaje mucho más.
Y ése tiene que ser nuestro compromiso:
«Voy a perseguir este deseo con todo mi corazón, porque sé que es el mapa hacia mis sueños, pero no sé si finalmente lo conseguiré».
Lo importante es confiar en que lo que tiene que pasar, acaba pasando, pero sin abdicar nuestra responsabilidad, y a la vez, haciendo todo lo que esté en nuestra mano para que ocurra. Y aún así, estando en paz si es que las cosas no llegan a salir.
¿Cómo sabemos de qué manera debería ser nuestra vida? Simplemente nos arriesgamos, nos cuidamos lo mejor que podemos y seguimos adelante.
La alternativa supone mucho sufrimiento innecesario. Luchamos contra la realidad, o la aceptamos y la dejamos ser lo que es.
Si viajamos al futuro y nos ponemos en el supuesto de que no lo hemos conseguido. Podemos preguntarnos:
¿Cómo nos gustaría que hubiese sido el viaje?
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Hola si las tomo enserio me dan miedo y no se que haser ayudeme porfavor
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Celsa, organizo un programa de coaching de grupo cada 6 semanas. Reserva una mini sesión de prueba conmigo y te explico cómo puedo ayudarte. ¡¡Mucho ánimo con ellas!!
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