Un día cualquiera trabajamos, y resolvemos marrones extra. Organizamos a los niños, su aseo, deberes, logística de colegio, extraescolares y socialización. Estamos atentos a sus problemas y les ofrecemos apoyo emocional. Acudimos a citas médicas.
Gestionamos compra, comidas, lavadoras, y demás. El coche y sus reparaciones. El presupuesto, los gastos, asuntos bancarios. Todo esto, en un entorno súper amable de #covid19.
Y queremos sacar tiempo para nosotros, para hacer deporte, #cuidarnos, retomar o iniciar hobbies, cultivar nuestras amistades.
¿Quién no ha dicho alguna vez que sale de yoga más estresado de lo que entra?
Podemos hacer todo esto con mucho #estrés, gritando y quejándonos. O con gracia y sin agobio. Incluso podríamos ver la parte cómica y reírnos con cada nuevo #imprevisto o complicación.
El cerebro prefiere lo cotidiano y familiar. Cuando todo es igual, estamos seguros. Ante los cambios, percibimos nuestro entorno de manera hostil. Nuestro cerebro sabe que va a morir. Tenemos que ser capaces de controlarlo. Un proceso de pensamiento deliberado puede cambiar nuestra experiencia.
El agobio es de esas #emociones inútiles. Pensamos que lo causa la cantidad ingente de tareas que tenemos que hacer, pero en realidad, lo creamos con nuestros #pensamientos.
La evolución nos presenta miles de opciones. Tenemos Netflix, y pasamos más tiempo eligiendo serie que viendo el show.
Podemos entrenar al cerebro en la gestión de opciones, en vez de sumirnos en el agobio, escondernos, o abandonarnos a la comida o a cualquier comportamiento #adictivo.
Se trata de tomar #decisiones. Decidir hacer algo y apoyarnos el tiempo necesario para ejecutarlo. Y si no funciona, tomar la decisión de permitirnos cambiar de opinión y probar algo distinto.
Podemos ceñirnos a los hechos. ¿Estresan? ¿Añade algo de valor la queja? ¿Me lleva a un mejor resultado?
Reconoceremos nuestras expresiones cuando nos sentimos superados, porque tienen cierto punto autocompasivo.
¿Somos capaces de reconocer nuestros pensamientos en momentos de agobio? ¿Podemos separar los hechos del drama?
#ansiedad #preocupación
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