Y CON LAS EXTRASÍSTOLES ME DI CUENTA

Llevábamos dos sesiones hablando de sus extrasístoles, y en la tercera, se dio cuenta de que las extrasístoles no eran el problema. Me contaba que de pronto, había entendido que antes de las extrasístoles había otro motivo de obsesión, preocupación y miedo, y estaba viendo asomar la cabeza y aproximarse el siguiente tema que iba a tomar el relevo a las temidas extrasístoles (por cierto, no tan temidas ya, no me volvió a hablar de ellas).

Con esta revelación, llegaron nuevas emociones que procesar, por supuesto. Poco a poco vamos quitando capas, vamos tirando del hilo y llegando a donde tenemos que llegar para conocernos mejor a nosotros mismos, para aprender lo que hemos venido a aprender y para convertirnos en personas un poco más sabias.

No es casualidad que estés leyendo estas líneas. Si tienes extrasístoles, apúntate a mi lista de correo.

Publicado por pensandoconintencion

Te ayudo a dejar de sufrir por tus extrasístoles. Porque hay otras cosas en la vida que merecen tu atención.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: